El Programa Educativo “Wallenberg en la Escuela” cierra el ciclo 2015 agradeciendo a las instituciones, a sus directivos y muy especialmente a los alumnos que con sus inquietudes, preguntas y participación enriquecieron el debate.
Una de las preguntas de los alumnos resulta particularmente decisiva a la hora de pensar nuestra transmisión: “¿Sigue existiendo el pensamiento de Hitler?”
A la luz de los acontecimientos trágicos que acechan a nuestro mundo global, hoy más que nunca es necesario seguir insistiendo sobre algunas realidades:
- El Mal (“el pensamiento de Hitler”) no desaparece, sino que “cambia de vestido y se reconoce poco” tomando las palabras de Primo Levi.
- Frente al Mal, siempre hubieron y hay seres humanos que gracias a sus grandes gestas heroicas o a sus pequeños gestos de bondad infinitamente valiosos, corrieron riegos ayudando a personas amenazadas de muerte.
- La indiferencia y la pasividad frente a la violencia ejercida sobre cualquier ser humano, son maneras cómodas de ser cómplices.
- La experiencia demuestra que debemos aprender a detectar los indicios que llevan a la identificación, segregación y exclusión de un grupo de personas consideradas como “el enemigo a hacer desaparecer” por no cumplir con un supuesto “ideal de pureza” de raza, de religión o de ideología.
- Es necesario trabajar con las nuevas generaciones los diferentes modos de manipulación como la Propaganda, los prejuicios y la creencia que sostiene la existencia de seres superiores frente a otros inferiores.
- Los jóvenes, en plena construcción de su identidad necesitan recursos para poder diferenciar a los líderes negativos de los líderes positivos: en la escuela, en las redes sociales, en la sociedad.
En el siglo XXI, donde algunos valores parecen “travestidos” y se observa una cierta fascinación por los personajes y los actos atroces filmados y viralizados en la Web, es urgente recuperar una ética. Una ética como aquella que tuvieron los Justos y Salvadores frente a los genocidios: no dudaron en calificar de barbarie a un sistema totalitario que aniquilaba a grupos humanos, se rebelaron, se comprometieron intentando frenar el exterminio de más personas, no actuaron en beneficio propio, no buscaron ser reconocidos como héroes, no sintieron que hacían nada sobrenatural…”hicimos nuestro deber… era lo que había que hacer…lo normal es asistir a nuestros semejantes”.
Licenciada Diana Liniado
Video: Alexis Bulgari y el programa “Wallenberg en la Escuela” en la Universidad del Salvador