septiembre 24, 2013

Gino Bartali – Un campeón es Justo entre las Naciones

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Yad Vashem anunció el lunes 23 de septiembre el reconocimiento póstumo del famoso ciclista italiano Gino Bartali como Justo entre las Naciones.

Gino Bartali había vencido en la Vuelta de Italia de los años ’36 y ’37 y en el Tour del ’38. Llegaba a San Quirico de Asis, entre San Francisco y el Obispado, con su bicicleta Legnano roja y verde. Ocultos bajo el asiento o en el interior del manubrio llevaba fotos y documentos para hacer falsificaciones que permitieran la fuga de judíos perseguidos.

«A Bartali, así como a otros numerosos héroes italianos de la Segunda Guerra Mundial, la Fundación Wallenberg le ha rendido merecido tributo a lo largo de los últimos años», señaló Baruj Tenembaum, fundador de la ONG educativa que preside Eduardo Eurnekian.

A veces lo detenían los soldados alemanes en un punto de bloqueo, pero terminaban haciéndole preguntas sobre ciclismo. En San Quirico le entregaba a la madre superiora cartas y fotos que rápidamente se las devolvían impresas en tipografía. Los judíos obtenían así la identidad necesaria para circular y llegar hasta la región de los Abruzzos, más allá de la línea «Gustav», en la Italia ya liberada.

En 2009, Andrea, hijo primogénito de Bartali, viajó a Asis para encontrarse con las hermanitas nonagenarias y con los lugares de las acciones no deportivas de su padre. En un negocio de souvenir, en Asis encontró la impresora que sirvió para salvar a centenares de judíos. El mismo recorrido fue hecho por Riccardo Nencini, presidente del Consejo Regional Toscano, secretario del partido socialista y sobrino del campeón Gastone Nencini, considerado el heredero de Bartali. La nueva Madre Superiora le hizo leer el diario en donde estaban anotadas las visitas de Bartali.

Bartali era un militante de la Accion Católica y a través de monseñor Elia Dalla Costa entró en contacto con la organización Delasem que asistía a los prófugos judíos. A veces, a mitad de camino entre Firenze y Asis, paraba con su bicicleta en la estación Terentola y, como en una película, su presencia producía un tumulto que los soldados italianos y alemanes trataban de dispersar. En la confusión se aprovechaba para subir a los vagones a judíos y otros grupos de perseguidos políticos. En 2009 año fue descubierta en esa misma estación una placa en recuerdo de Bartali.

«Antes de sus idas a Asis», cuenta Andrea Bartali, «papá hacía muchos entrenamientos viajando en bicicleta de Firenze a Génova. En Génova le entregaban fondos de cuentas abiertas en Suiza por judíos de todo el mundo que él llevaba a Firenze».