Señor, – Greer Fay Cashman tiene razón al afirmar que «el nombre del diplomático sueco Raoul Wallenberg está inextricablemente ligado tanto con el destino como con el futuro del pueblo judío» («El centenario del nacimiento de Raoul Wallenberg», Grapevine, 8 de febrero). Sesenta y siete años después de su secuestro por los soviéticos, y en el año del centenario de su nacimiento, Wallenberg continúa destacandose entre los valientes hombres y mujeres que arriesgaron sus vidas por salvar a otros e hicieron una diferencia.
Nosotros, en la Fundación Internacional Raoul Wallenberg, rendimos homenaje a su legado de diversas maneras.
Investigamos y divulgamos las hazañas de otros salvadores hasta ahora desconocidos y creamos programas educativos orientados a inculcar sus obras en los corazones y las mentes de los jóvenes. También nos referimos a otras épocas y áreas, tales como los turcos que salvaron a armenios, al tiempo que fomentamos proyectos de reconciliación.
Al mismo tiempo, no descuidamos nuestros incesantes esfuerzos para conseguir información fiable sobre el destino de Wallenberg y su paradero. Creemos que las respuestas tienen que estar enterradas en algún lugar en los archivos de la KGB. Instamos enérgicamente a las autoridades rusas para que Raoul pueda reunirse con Nina, su hermana aún con vida.
Eduardo Eurnekian
Baruj Tenembaum
