-
Max Schmeling. Campeón
ario, salvador de judíos
Seguramente más recordado por
sus peleas contra Joe Louis, el campéon alemán
de box de peso completo Max Schmeling aún es hoy
asociado a los íconos de la Alemania nazi. Sus
títulos y su imagen fueron utilizados por el régimen
hitlerista como herramientas de propaganda para demostrar
la supuesta supremacía aria. Sin embargo, Schmeling
resistió esas maniobras y su conducta fue siempre
la de un caballero y un cabal deportista.
De hecho, muchos años después
de finalizada la guerra se reveló que Schmeling
arriesgo su vida para salvar la de una familia judía
a cuyos integrantes escondió en su cuarto de hotel
para luego asistirlos en su escape de Alemania.
Schmeling se hizo profesional de boxeo
a la edad de 19 años en 1924. En 1926 ganó
el título de medio pesados y en 1929 llegó
a la plaza fuerte del box mundial: Nueva York. Allí
derrotó a dos de los más destacados pesos
pesados: Johnny Risko y Paolino Uzcudun. Así trepó
al lugar número dos del ranking y obtuvo la prioridad
para luchar por el título.
Schmeling, de mentalidad liberal, -su
manager era un judío: Max Jacobs- resistió
todos los intentos del régimen nacional-socialista
por manipularlo. Obtuvo el título mundial el 19
de junio de 1936 frente a Joe Louis, para muchos expertos
el más grande boxeador de la historia. El régimen
nazi se esforzaba por presentar la victoria como la evidencia
de la inferioridad negra frente a la supremacía
aria.
La revancha fue el 22 de junio de 1938
en el Yankee Stadium de Nueva York ante una multitud de
70.000 personas. Muy a pesar de la sana actitud deportiva
de Schmeling, la lucha estaba signada por cuestiones políticas
y raciales. Louis estaba determinado a reivindicar no
sólo su orgullo y el de los Estados Unidos sino
el de la población negra. La pelea duró
apenas dos minutos y cuatro segundos. Schmeling no pudo
frenar la avalancha salvaje de golpes descargada por el
enfurecido 'Bombardero Marrón'.
Sin embargo, Schmeling será
recordado por lo que consiguió afuera antes que
dentro del cuadrilátero. Su historia es la de un
héroe quien durante el pogrom de la Noche de los
Cristales, el 9 de noviembre de 1938, salvó las
vidas de dos hermanos judíos de apellido Lewin.
En un artículo publicado en
la revista History Today, los profesores de la Universidad
de Rhode Island, Robert Wiesbord y Norbert Heterich, cuantan
como Schmeling escondió a los dos adolescentes,
Henry y Werner, hijos de David Lewin.
Los mantuvo escondidos en un lugar
seguro en su suite del Hotel Excelsior de Berlín
al tiempo que avisaba en consejería que no debía
ser molestado debido a una gripe que lo aquejaba. Días
más tarde, cuando la furia del pogrom había
amainado, ayudo a los jóvenes a abandonar Alemania,
desde donde llegaron a los Estados Unidos. En ese país,
Henry Lewin se convirtió en un hotelero prominente
de Las Vegas.
Luego de la segunda guerra -Hitler
nunca le perdonó que se rehusara a afiliarse al
partido nazi y en venganza lo hizo alistar para llevar
a cabo misiones suicidas como paracaidista- Schmeling
peleó otras cinco veces pero nunca accedió
a alguno de los diez primeros lugares del ranking. Ganó
algunas peleas y en mayo de 1948 fue derrotado por otro
veterano, Walter Neusel, en Hamburgo.
Luego de abandonar el boxeo -ganó
cincuenta y seis y empató cuatro de setenta combates
disputados- Schmeling continuó siendo una fiigura
popular y respetada en Alemania y también en los
Estados Unidos. Fue premiado con la Cinta de Oro que otorga
la Sociedad de Prensa deportiva de Alemania y la ciudad
de Los Angeles lo declaró Ciudadano Honorario.
En 1967 recibió el Oscar del Deporte de los Estados
Unidos. En el mismo año publicó su autobiografía.
Antes, en 1957, el ex campeón del mundo adquirió
una licencia para el embotellaje de Coca Cola en Hamburgo.
Se lo conoce como uno de los más importantes filántropos
alemanes.
Atesoró a lo largo de su vida
amistad y camaradería y, de algún modo,
sus ex rivales se convirtieron en sus amigos. Supo ayudar
a Joe Louis a lo largo de su vida y aún después
de su muerte: Schmeling pagó su funeral.
Nueva York, Noviembre 2001
|