- Discurso completo de Baruj
Tenembaum ante el Presidente de Alemania, Johannes Rau,
en Berlin. Julio de 2000
En su carta respondiendo a nuestra
invitación de nombrarlo Miembro Honorario, usted
nos explica que por razones constitucionales no le es
permitido ser miembro de una fundación privada
y nos honra con su elogio a la labor que desarrolla nuestra
institución. Aquí estoy para agradecer su
ofrecimiento a ayudarnos en todo lo que usted pueda y
a decirle lo siguiente:
Tengo conciencia que éste es
un momento muy especial para nuestra organización
y para mí en lo personal al encontrarme frente
no sólo la investidura del Presidente sino especialmente
de la personalidad cuya trayectoria nos es conocida. En
la vida hay cosas que son más importantes que la
vida misma. Fiel a lo que nos dicta la voz de nuestros
antepasados, debemos buscar la VERDAD y la JUSTICIA.
Su histórica declaración
ante el Parlamento de Israel en la cual usted tuvo la
fuerza y el coraje de pedir perdón, es un ejemplo
para toda la humanidad. Por supuesto que nadie puede otorgar
el perdón, pero el gesto, la intención y
la dinámica puesta de manifiesto son un ejemplo
para nuestros hijos; y es la búsqueda de la VERDAD.
Nuestra Fundación sigue el mismo rumbo, ansiamos
conocer la VERDAD, la suerte corrida por el héroe
Raoul Wallenberg. Nuestra institución es interconfesional
y aplica un enfoque distinto para ofrecer a nuestros hijos
un modelo de lo que debe ser y hacer el hombre. Treinta
Jefes de Estados de todo el mundo ya nos acompañan
en la Fundación Wallenberg.
Donde hay sombras hay luces, y si bien
es importante no olvidar las sombras, hemos decidido dedicarnos
a las excepciones que constituyen las luces. Nos hemos
dedicado a Raoul Wallenberg, un protestante que salvó
a decenas de miles de judíos cumpliendo aquello
de que en la vida hay cosas más importantes que
en la vida misma: la Verdad. Usted sabe todo lo que hemos
hecho y estamos haciendo.
Pero siguiendo el mismo sendero estamos
embarcados también en preparar una campaña
internacional para que el mundo conozca lo que hizo otro
individuo, esta vez un católico, también
en funciones diplomáticas, el Nuncio Angelo Giuseppe
Roncalli, quien posteriormente fuera el Papa Juan XXIII.
Hoy le presentamos a usted los primeros
dos informes preparados por una comisión especial
de historiadores y académicos. Permítame
decirle Señor Presidente, que el Secretario de
Estado del Vaticano, Cardenal Angelo Sodano, ha expresado
públicamente en Nueva York su sorpresa y admiración
por esta Empresa del Espíritu iniciada por nosotros,
siempre en la búsqueda de la Verdad.
Wallenberg y Roncalli son excepciones,
son luces que iluminan las largas noches en las que se
eternizan mártires de la humanidad. Roncalli emitió
certificados de bautismo para salvar a niños judíos.
Este y otros hechos notables serán parte del informe
final a presentarse próximamente.
Tengo el honor de decirle Señor
Presidente que, siguiendo este mismo camino -el de Wallenberg
y Roncalli- hemos iniciado hace pocos meses, la búsqueda
de ángeles alemanes, individuos que arriesgaron
su propia vida para salvar a sus prójimos durante
la Segunda Guerra Mundial. Y cuán grande es la
sorpresa al revelar que muchos centenares se suman a la
nómina de lo que el mundo no conoce: alemanes -católicos,
protestantes, creyentes, agnósticos- que salvaron
a sus hermanos judios. Muchos de ellos pagando con su
propia vida sus actos de heroicidad.
Son excepciones, son decisiones personales,
son de alguna manera los Roncalli y los Wallenberg de
la historia en uno de sus capítulos mas trágicos.
El grupo de académicos e historiadores
a los que nuestra Fundación les encargó
este trabajo ya logró reunir testimonios y documentación
como para poder decirle hoy que: Debemos seguir el sendero
de la VERDAD. Que el mundo sepa y legue a sus hijos este
ejemplo: alemanes ángeles ('Germangels').
En el futuro próximo, al finalizar
este trabajo de producir y registrar la lista de los alemanes
que salvaron a seres humanos durante la Shoa, deseamos
lanzar esta campaña internacional que incluirá,
al igual que lo logrado en el caso Wallenberg, una difusión
digna que sirva como legado para las nuevas generaciones
a través de exhibiciones, programas de educación,
films documentales, concursos, seminarios y ciclos de
esclarecimiento. Todo en varios idiomas.
Señor Presidente: en el Antiguo
Testamento, en un diálogo que registra el Libro
del Génesis, el patriarca Abraham dialoga con el
Creador tratanto de persuadirlo para que no destruya la
ciudad de Sodoma. El Todopoderoso le dijo entonces que
si en Sodoma había sólo cincuenta personas
íntegras se evitaría la destrucción
de todos sus habitantes. Luego, esta cifra se fue reduciendo
más y más, pues Abraham buscaba alguna luz
en la profundidad de las sombras pero no la encontraba.
Buscaba la excepción y no lo logró. Todos
sabemos como terminó este episodio.
Con toda modestia y humildad, hemos
buscado en este capítulo tan dramático de
la historia y por suerte encontrado, a seres humanos que
sirven como modelo y ejemplo para nuestros hijos.
Esta es la VERDAD. Y hoy estamos acá
para decirle, Señor Presidente Johannes Rau, que
todos deseamos aportar algo en este sentido y le rogamos
siga junto a nosotros en todo lo que la Constitución
de su pais le permita.
¿No le permitiría acaso
ser el Presidente Honorario de este movimiento que estamos
iniciando dedicado a exaltar los individuos ángeles
alemanes, aquellas luces que iluminaron nuestras vidas?
Hemos decidido renovar una vieja tradición
sobre la cual ya hemos conversado con autoridades del
Vaticano y deseamos compartirla con usted. Tanto en el
caso de Wallenberg como de Roncalli y de los centenares
de los ángeles alemanes, nos dirigiremos a todas
las comunidades y confesiones del mundo sin excepción
para pedirles que consideren la posibilidad de nombrar
a los niños recién nacidos con los nombres
de los ángeles salvadores. Este proyecto que sin
duda provocará emociones profundas deberá
ser adaptado por los cristianos en el bautismo, los judíos
varones en la circuncisión y cada confesión
de acuerdo a sus ritos y tradiciones. Por supuesto que
ya hemos hecho la consulta a las autoridades religiosas
y la respuesta fue de entusiasmo y aprobación total.
Hijas e hijos con nombre de héroes
y ángeles.-
|