Otto Weidt nació en 1882 en el norte de Alemania. Era empapelador y tapicero. Ya al inicio de la Primera Guerra Mundial era un pacifista convencido y, a causa de una enfermedad del oído, fue reclutado recíen sobre el final de las hostilidades, cuando fue requerido para el servicio sanitario. Tiempo después comenzó a perder la visión y tuvo que abandonar los oficios que su padre le había enseñado.
A comienzos de los años ’40 se convirtió en propietario de una fábrica de cepillos y escobas en uno de los barrios pobres de Berlín. La fábrica era considerada como ”importante para la guerra” por ser proveedora del ejército alemán. En su taller, Otto Weidt dió empleo, entre 1941 y 1943, a aproximadamente 30 judíos ciegos y sordomudos y a otros 8 judíos ilegales. Durante mucho tiempo logró proteger a sus trabajadores y trabajadoras de la deportación sobornando a los funcionarios de la oficina de empleo y la Gestapo. Con la ayuda de otros colaboradores consiguió documentación falsa y permisos de trabajo para varios refugiados. Para poder comprar más alimentos vendía gran cantidad de su producción en el mercado negro.
Sobornando a la Gestapo Weidt logró, en febrero de 1942, liberar a muchos de sus trabajadores que habían sido internados en un campo y esperaban ser deportados. Los trajo de vuelta a su empresa y les facilitó vivir en la clandestinidad.
A Alice Licht, que vivía de manera ilegal y con la que tenía una estrecha relación, le alquiló una casa para que viviera con sus padres. A los cuatro integrantes de la familia Horn los alojó en su taller escondiéndolos detrás de un tabique camuflado. Un informante de la Gestapo reveló a las autoridades el escondite. Los cuatro fueron deportados a Auschwitz el 14 de octubre de 1943: el ciego Chaim Horn, su mujer Machla y sus dos hijos. Casi simultaneamente fue descubierto el refugio de la familia Licht, que fue deportada a Theresienstadt y luego a Auschwitz.
Para salvar a Alice Licht, Otto Weidt viajó a Christianstadt, una instalación secundaria del campo de concentración Groß-Rosen. Por intermedio de uno de los trabajadores civiles del campo logró que la mujer escapara y regresara a Berlín.
Otto Weidt murió en Berlín en 1947.
Una de las personas salvadas gracias a la ayuda de Otto Weidt es la escritora Inge Deutschkron. Su libro ”Se quedaron en la sombra” es un homenaje tanto a Otto Weidt como a muchos otros que ayudaron a judíos perseguidos.
Además, Deutschkron logró convertir el edificio de la antigua fábrica de cepillos en el museo ”Blindes Vertrauen” (”Confianza Ciega”).